miércoles, 9 de noviembre de 2016

London Calling. First call.

Uno de los destinos que más me entusiasman es la capital de Reino Unido. Es una ciudad con magia, con mucho encanto y con muchísimas cosas por hacer, no te la acabas. Dedicaré un par de entradas a hablar de ella porque no se puede hacer todo en una sola, acabaríais aburridos. En esta primera hablaré más de los aspectos prácticos, y en la segunda, de las cosas a ver/visitar/gozar.

Para llegar a la ciudad, desde España he volado con Iberia, easyjet y Vueling, y mi peor experiencia fue con esta última, con un retraso estupendo y un cambio de avión que íbamos como sardinas en lata. Una vez aterrizados, hay que ver en qué aeropuerto estamos para poder ir hasta la City. 

Por mi parte, solo he estado en dos de los aeropuertos: Heathrow y Gatwick. Desde Heathrow hay metro, que es el método más barato y más cómodo. De sencillo no tiene un pelo, ya os aviso, es facilísimo perderse en el Tube, como lo llaman ellos. Se compra un billete sencillo o una Oyster Card (la tarjeta de transporte que todo el mundo usa, que luego más adelante os explicaré como conseguir y cómo devolver o anular) y se mete una en el metro hasta llegar a destino. 

Desde Gatwick hay varias opciones. La primera y más rápida es el Gatwick Express, un tren mega rápido que te lleva del aeropuerto a Victoria Station en media hora clavada, el único inconveniente es que es espantosamente caro. Los billetes se pueden comprar en el aeropuerto o por internet antes de ir. Si uno viaja en plan pobre, como suele ser mi caso, existe National Express, una red de autobuses de línea que hace el mismo recorrido pero por un precio muy muy inferior. Eso si, el trayecto es de hora y media y la estación de autobuses no está exactamente en Victoria, sino a un par de calles de distancia. Pero lo importante es que te lleva. Para la vuelta, la misma web donde se compran los billetes te dice que lo compres con un tiempo prudencial antes de coger el vuelo ya que el tráfico en Londres suele ser extremadamente caótico. También existe la opción de adquirir billetes de easybus, que tienen un precio muy económico también. No lo he probado nunca, pero al parecer van ligados a los horarios de los aviones, pero no se hasta qué punto se esperan si el avión tiene retraso. Tanto los billetes de National Express como los de easybus se pueden comprar por internet, estos últimos hacen ofertas y cuanto antes compres el billete, más barato te sale.

A parte de estos aeropuertos, que son los principales, también están Luton, Stansted y Southend. Son aeropuertos secundarios a los que vuelan compañías Low Cost como easyjet o Ryanair y en los que llegar hasta la ciudad es un periplo. Si vais a las afueras aún, pero están muy lejos

Para moverse por la ciudad, lo más práctico es hacerse, como he comentado antes, con una Oyster Card. Es una tarjetita azul con banda magnética que se va recargando a medida que te quedas sin dinero dentro. Se puede adquirir en el aeropuerto o en cualquier estación de metro de la ciudad, que hasta hace poco no se podía, pero al parecere han considerado que es importante que la gente se pueda hacer con estas tarjetas sin perder demasiado tiempo. Te pide un "fianza" de 5 libras que, al devolver/anular la tarjeta se te devuelven. Para recargarla, hay que acudir a cualquiera de las máquinas de venta de billetes que hay en las estaciones de metro y en la pantalla, paso a paso, te indica qué tienes que hacer para recargar. Comprar los billetes sueltos sale mucho más caro que usando la Oyster. Para pasar por los torniquetes, solo tienes que deslizar la tarjeta por unos puntos enormes de color amarillo que hay al lado y se abren las puertas. Para devolverla, hay puntos de devolución en el aeropuerto y sino pues también en cualquier máquina de compra y/o recarga.

El alojamiento en Londres es caro, y suele ser bastante deficiente. Normalmente cojo albergues, como en todos los sitios en los que he estado, y suelen ser más bien cutres, pero el personal, como es habitual en este tipo de alojamiento, suele ser muy agradable y simpático. 

Hace muchos años me alojé en el Astor Hostel Queensway, a un par de calles de Hyde Park y de la parada de metro de Queensway. Me encanta esa zona de Londres, es muy tranquila, hay supermercados, bares, pubs, ... de todo. Es una zona más bien residencial con edificios victorianos en la que también hay alojamientos. El hostal está muy bien y forma parte de una cadena, y en alguno de los alojamientos de la cadena hay discoteca. Es un hostal limpio y un poco juerguista, con cocina bastante bien equipada. 

Una de las últimas veces que estuve en la ciudad me alojé en The White Ferry House, de la cadena PubLove. El hostal en si no está mal, la relación calidad-precio es bastante decente si se tiene en cuenta que tiene un bar donde tienes descuento del 10% si te alojas en el hostal. El personal es majo y las instalaciones están bien... pero no te alojes en la habitación 1 si es invierno, morirás. No se si a día de hoy está arreglado, pero había un boquete enorme en la ventana, y en pleno mes de diciembre, con la calefacción puesta, hacía un frío del carajo dentro de la habitación. Pero si tenéis la suerte de estar en otra habitación, está super bien ubicado y es muy recomendable.

Para buscar alojamiento, os podéis dirigir a la segunda entrada de este mismo blog, y escogerlo según precio, localización o tipo de alojamiento.

En una segunda entrada, os recomendaré cosas que ver, sitios a los que ir... Un poco de guía de viajero de cómo disfrutar la City, que hay muchos lugares interesantes!

domingo, 30 de octubre de 2016

Pongamos que hablo de Madrid

Mi primera entrada sobre un destino fue de una ciudad que apenas conozco ya que solo estuve allí algo más de 24 horas, pero Madrid... es otra historia. Es como mi segunda casa, la he visitado innumerables veces y algunos de mis mejores amigos viven allí, así que le tengo un cariño especial. He vivido algunos de los mejores momentos de mi vida en esta maravillosa ciudad y tengo intención de seguir haciéndolo durante mucho, mucho tiempo. Por ello, he decidido picaros con el gusanillo para que la visitéis si aún no lo habéis hecho, porque vale la pena.

Plaza Dos de Mayo
Desde Barcelona, donde yo vivo, es relativamente fácil desplazarse hasta esta ciudad, situada a unos 600 kms. de distancia. Suelo usar blablacar para los desplazamientos, aunque a veces me dejo seducir por las tarifas de Vueling (compañía que antes adoraba y que ahora empiezo a odiar por sus incontables retrasos). La verdad es que prefiero usar el Ave, pero sus tarifas son demasiado altas para mi gusto. Sale a cuenta si viajan 4 personas porque podéis comprar una de las mesas que hay en el vagón y sale tirado de precio. Desde Andalucía hay una línea de Ave estupenda y mucho más económica que el trayecto desde Barcelona.

Otra de las maneras de desplazarse allí es en bus con Alsa, buenos precios, buenos buses y 8 horas de trayecto, paran una sola vez en Zaragoza (que también si vivís allí, podéis usar el Ave también desde Delicias) o 3 veces durante el trayecto. Los precios varían según el número de paradas.

Puerta del Sol
En cuanto a alojamiento, me he quedado en casa de amigos en ocasiones, pero prefiero mi pensión de toda la vida a la que hace quizás unos 12-14 años que voy: pensión Antonio. La mujer que lo lleva, Sagrario, es un amor de persona, y actualmente están instalando ascensor en la finca, así que en breve no hará falta subir los 3 pisos de escaleras que te llevan a su puerta. Es un piso que tiene licencia de Casa de Huéspedes, sencillo, en pleno corazón de Malasaña, y tan limpio que puedes comer en el suelo. Me siento como en casa. Lo he recomendado a bastante gente, y todo el mundo ha quedado encantado. Para reservar, simplemente hay que llamar o enviar un correo electrónico para solicitar disponibilidad. 

Si no os convence la Pensión que os recomiendo, siempre podéis mirar los portales de reservas que os recomendé en Primeros pasos, o simplemente, echar un vistazo por Google.

CosmoCaixa desde dentro
¿Y que se puede hacer en Madrid? Pues millones de cosas, como en cualquier ciudad con algo de vida (y esta tiene mucha, sobretodo en los bares). Desde visitar museos como El Prado o el Thyssen-Bornemizsa, ir al Templo de Debod, uno de mis lugares favoritos de la ciudad, asistir a conciertos, salir de marcha, comerse un bocata de calamares en los bares de al lado de la Plaza Mayor (o un café con leche...), ir de compras por las tiendas de la ciudad... hay infinidad de opciones para todo tipo de públicos. Si queréis pillar algunas ideas, tenéis la web de turismo de Madrid, y si queréis en soporte de papel, un par de recomendaciones: tanto Lonely Planet como La Guía del Trotamundos tienen guías específicas de la ciudad que os pueden ayudar mucho a planificar el viaje. Lonely Planet edita la colección De Cerca, pequeña, práctica y con un plano detallado de la ciudad, es la que más me gusta.

En breve visitaré la ciudad de nuevo y la idea es hacer un post de una ruta de bares, así que estad atentos a próximas publicaciones.

sábado, 29 de octubre de 2016

Primeros pasos: transportes alternativos

A parte del avión y depende de donde vayáis, hay otras maneras de viajar. 

Mi favorita, es blablacar. Es una plataforma en la que personas que van a hacer un trayecto en coche de un punto A a un punto B, lo cuelgan y tu puedes reservar plaza. Acostumbraba a ser bastante barato pero con el pelotazo que ha pegado últimamente, se están empezando a venir arriba con los precios y te cobran unos gastos de gestión que no entiendo, supongo que es por mantenimiento de la página, pero son bastante abusivos. Aún así, es más rápido y más cómodo que el autobús, puedes acordar punto de destino con el conductor (en una ocasión me dejaron en la puerta de casa) y de momento, el viaje más divertido fue con un hombre andaluz, en su furgoneta, de Barcelona a Madrid en el que estuve todo el viaje llorando de risa. Es una buena experiencia y, salvo excepciones, la gente es bastante maja en general. Saben a lo que van, eres un compi de viaje, te cuentan lo justo y necesario para hacer la experiencia lo más agradable posible. La web es válida prácticamente para toda Europa.

En la misma línea, existe Uber, no he hecho uso de sus servicios pero la conozco por menciones en varias series estadounidenses con lo cual entiendo que en ese país se usa de manera habitual. 

Hay otras plataformas del mismo estilo, pero las más conocidas son estas.

Después, están las compañías de autobuses. En España, Alsa es la más conocida y la que he usado más. Hacen trayectos de todo tipo y de un tiempo a

esta parte, los autobuses son amplios y bastante cómodos, y los precios bastante razonables. Si viajas mucho, te puedes hacer una tarjeta de socio en la que vas acumulando puntos y puedes tener hasta viajes gratis. Lo malo del autobús es que tarda media vida, pero si no tienes prisa, es una buena manera de viajar y más barata que otros medios, por si tu presupuesto es limitado.

Como también he viajado por otros países, os puedo recomendar Flixbus. Esta compañía opera mucho en Alemania, país que frecuento bastante, bajo el nombre de MeinFernBus. Esta última la he usado en diversas ocasiones para ir de Berlín a Leipzig y la verdad es que los autobuses son cómodos, puntuales y extremadamente baratos: por un trayecto como el que hago yo, te cobran entre 8 y 11 euros, ¡y son unas 3 horas! Parece que ahora también operan en diversos de Europa como FlixBus con precios muy muy económicos, aunque no he tenido el placer de viajar con ellos.

En cuanto a los trenes, mi medio de transporte favorito que uso menos de lo que me gustaría, en España, lógicamente, está Renfe. Para larga distancia, los trenes Ave están genial, igual que Euromed para medias distancias, por ejemplo. Los trenes nocturnos son otra historia: están viejos, y a las 10 de la noche te despliegan las camas y te toca irte a dormir o al bar, no hay más tu tía. En invierno hace un calor de morirse y en verano un frío polar. Me gusta, me encanta viajar en tren, pero no en condiciones infrahumanas.

En Francia, está la SNCF (algo así como la red nacional de trenes franceses). Si hay que viajar a Francia desde España, hay que usar esta web ya que desde la web de Renfe es misión imposible encontrar los trayectos internacionales, e igualmente váis a viajar con un tren francés, así que... mejor reservar directamente con ellos. No están mal. Un poco anticuados, pero están bien. 

En cuanto a Alemania, está la Deutsche Bahn, la red de ferrocarriles alemanes. Es una de las pocas cosas que odio de Alemania. Hice un trayecto de Utrecht (Holanda) a Düsseldorf en febrero hace unos años, y casi muero congelada. Vayas cuando vayas, tienen el aire acondicionado a tope porque, según me contaron, hubo un problema con la calefacción que se estropeó, varias personas tuvieron lipotimias y decidieron no ponerla nunca más. Así que solo usad los trayectos en verano. En cuanto a instalaciones, depende del tren. Los he cogido muy modernos y muy hechos trizas. De todo hay.

La red de trenes en Suiza, la Schweizerische Bundesbahnen (o SBB, más fácil) es muy muy aceptable, solo conozco los cercanías, y son un poco viejos pero son puntuales y cómodos. Como el precio del billete te entra (dependiendo de la zona a la que vayas) en la tarjeta de transportes mientras visitas el país, no es necesario abonar ningún importe y puedes usarlos las veces que quieras. 

Espero que esta lista de transportes os sea útil si pensáis viajar a otros países, los que vaya usando los iré añadiendo, o si me queréis recomendar alguno, lo dejáis en los comentarios.

sábado, 2 de julio de 2016

Basilea, Suiza

Dado que este es un blog de viajes, voy a ir poniendo experiencias propias de viajes que voy haciendo. El último ha sido a Suiza, a la ciudad de Basilea en concreto, una de las ciudades más caras que he visitado, pero también de las más bonitas.

Llegar allí es relativamente fácil: reservé un vuelo por un precio tremendamente bueno (easyjet conecta Barcelona con Basilea con un vuelo directo que nos costó unos 90 euros si llega, con 3 frecuencias diarias) y a través de booking reservamos una habitación doble con dos camas en Apaliving Budgethotel.

Hay que tener en cuenta también que Suiza no forma parte del euro, usan los francos suizos, y que antes de viajar tenéis que cambiar moneda. Se puede hacer en vuestra entidad bancaria o en el aeropuerto, que disponen de lugares donde se cambia moneda. El banco suele ser algo más fiable y más barato, pero se pueden usar ambas opciones.

El Rhin, en su paso por Basilea
El aeropuerto de Basilea tiene una peculiaridad, y es que es aeropuerto fronterizo de 3 países: Suiza (lógicamente), Francia y Alemania. Es curioso porque según el vuelo que vayas a coger, tienes que ir a un lado o a otro. Es la primera vez que me he encontrado en una situación así. Igualmente, es un aeropuerto pequeño y es fácil orientarse. 

Una vez llegados al aeropuerto, se presenta la siguiente duda: ¿como vas hasta la ciudad? En este caso, fácil: hay un autobús que conecta aeropuerto y ciudad, el número 50, que cuesta 4,40 francos suizos y te deja en la estación central de trenes de Basilea, un punto importante de la ciudad. Pero si tenéis reserva hotelera, no se paga, porque el transporte viene incluido en la reserva hotelera que habéis hecho. Nosotras lo pagamos, craso error, y había leído al respecto de esta gratuidad, pero es que al llegar al hotel, te dan una tarjeta que vale por el total de días que vayas a estar en la ciudad y te muevas por toda la ciudad y sus alrededores, aeropuerto incluido. Y esto, amigos, es lo mejor de ir a Suiza, que te olvidas de sacar tarjetas de transporte durante tooooda la estancia, con llevar esta tarjeta encima, está todo solucionado. No hay torniquetes ni revisores, lo que si hay es atención al cliente si necesitas información o tienes dudas, y personal de seguridad. 

Claustro de la Catedral
El hotel Apaliving es maravilloso. No tiene servicio de recepción durante el fin de semana, pero tampoco es muy necesario. Te mandan las claves de acceso para la puerta principal y para sacar la llave de tu habitación de una máquina que tienen allí para eso. La hora de entrada suele ser a las 2 de la tarde, pero en nuestro caso nos dijeron que podíamos entrar cuando quisiéramos porque la habitación estaría lista, así que al llegar a la ciudad, fuimos para allá. Es fácil de encontrar, está bien ubicado muy cerca de la estación (a 2 paradas de tranvía), está limpio, es cómodo y tiene todo lo necesario para una buena estancia. Secador, hervidor de agua, ventilador, televisión, jabón de manos y ducha y camas blanditas y confortables. Y hay persianas, algo que se echa mucho de menos en Alemania, por ejemplo. 

Como ciudad, Basilea tiene puntos preciosos de visita: el Ayuntamiento, la Catedral, el Fuente Tinguerly, un bonito puente medieval, Elisabethen kirche y el bar que tiene dentro, las puertas de entrada y salida de la ciudad (visitamos dos, hay un tranvía que conecta ambas desde el centro de la ciudad)... hay que pasearla, porque tiene puntos preciosos. Una cosa muy curiosa es que tiene fuentes por todas partes, en casi cada esquina hay una. 

Puerta de Sant Alban
A nivel gastronómico, no puedo decir gran cosa ya que comimos en restaurantes de comida rápida los dos días porque los restaurantes más normales eran caros no, lo siguiente, y nuestro presupuesto era un poco limitado, y el desayuno del primer día y la cena del último fue comida de avión. Pero vaya, que la oferta de quesos y salchichas del supermercado es muy amplia, por si queréis llevaros algo, así como de chocolates. En la estación de tren hay sitios para comprar cualquier día de la semana, domingo incluido. Y un supermercado que te salva la vida, al menos a nosotras nos salvó bastante.

El único problema que encontramos del hotel era que no tenían lugar para las maletas, pero tras consultar por teléfono a la persona que hay de guardia (no hay recepción pero hay un teléfono al que llamar si tienes algún problema o consulta), ésta nos comentó que en la estación había sitios, y nosotras no lo habíamos visto. Así que preguntamos: en el piso -2, al lado de los servicios (por los que hay que pagar 2 francos suizos, excepto si eres hombre y solo vas a mear, que te ahorras 1 franco porque hay de los de pie. Poner el culo en un wc es más caro), hay taquillas para dejar las maletas. Las pequeñas creo que costaban unos 4-5 francos y las grandes, 7 o 9, por 24 horas, lo que no me parece nada mal, compensa el sablazo del baño. 
Fuente Tinguerly

Y para volver, de vuelta con el bus 50 que está justo enfrente de la entrada principal de la estación. 

Recomiendo una visita a Basilea, con unos cuantos francos en el bolsillo, porque sino, no la acabas de disfrutar del todo.

Primeros pasos: ¿Y dónde duermo?



Escoger dónde dormir depende de cada viajero. Yo soy muy de viajar sola, y por eso prefiero alojarme en albergues y hostales para conocer gente. Otros amigos prefieren ir a hoteles por la intimidad (aunque en muchos hostales tienen también habitaciones dobles y triples, no solo multitudinarias), que tampoco es obligatorio. Aunque mi tope de compartir habitación es de 8 personas, 10 si me apuras, más me parece demasiada gente en el mismo espacio.

En estos casos, os propongo varias webs/buscadores de alojamiento según lo que queráis hacer:

- Para los aguerridos como yo, que se atreven con los hostales, varias recomendaciones de webs donde buscar: hostelbookers es una muy buena web, al igual que hostelworld, ambas con versión en español. Muy fáciles de usar, con varias opciones de alojamiento, puedes buscar por ubicación, por precio, por recomendaciones... Si no se quiere reservar por estas webs, siempre existe la opción de tirar de google y reservar directamente al hostal por su web, por e-mail o por teléfono, pero no hay mucha variación en cuanto a tarifas. Es más: a veces estas webs tienen mejores tarifas que directamente con el alojamiento, todo es comparar y reservar lo que os parezca mejor.


- Para los más atrevidos aún, está ganando muchos puntos airbnb, que aún no he usado pero supongo que en algún momento lo haré. Bastante fácil de usar, permite escoger muchas opciones según lo que buscas pero hay que andar con ojo con las búsquedas, que a veces te llevan a sitios que no son el que tu quieres, y te ofrece alojamientos a varios kilómetros de distancia.

- Para aquellos que no lo tienen claro, tenéis la archiconocida booking.com. Lo mismo hay albergues que hoteles que pensiones, casas de huéspedes e incluso campings. Rápida, sencilla y apañada. Nunca he tenido un problema, y la única vez que he tenido uno, puse una crítica negativa en la web y me llamaron desde la central de reservas para saber qué había pasado, que habían recibido una llamada del alojamiento, lo cual demuestra que los establecimientos tienen en cuenta la opinión que dejas después del viaje. Desde la central de reservas me indicaron el procedimiento a seguir, y genial. Un servicio de 10.

- También se puede recurrir a atrapalo.com o webs similares, su servicio de reserva de hoteles lo conozco por dentro y funciona bien. Es bastante fiable y la oferta es amplia y bariada aunque hay opciones más económicas como las mencionadas anteriormente, pero es una opción a tener en cuenta.

- Para los más conservadores, las cadenas de hoteles en general, como accor NH o Melià, suelen tener sistema propio de reservas online, y los hoteles sueltos también.

Personalmente, así como en los vuelos prefiero comprar con la compañía directamente, en alojamientos suelo hacerlo en portales web porque suelen ofrecer mejores tarifas, y si tienes un problema, es mucho más sencillo reclamar a un alojamiento que a una compañía aérea pero con diferencia.


Hay muchas más opciones, por supuesto, pero las que uso de manera habitual son estas. Si vosotros tenéis otras preferencias, siempre podéis dejar un comentario para que los demás lectores y yo misma tomemos nota.

domingo, 12 de junio de 2016

Primeros pasos: mirar vuelos

Como agente de viajes que he sido, y eso es lo que mucha gente recuerda de mí a lo largo de los años, y porque me muevo más que los peces en el río, hay mucha gente que me pide asistencia para sus viajes, porque no saben como buscar, como hacer, donde ir, qué ver... Pues hoy estaba hablando con una amiga por Whatsapp y se me ha ocurrido que quizás debería escribir todos los conocimientos que tengo para que, cuando me pregunten, pueda decir: visita mi blog. Y darles la dirección.

Y quizás es como has llegado tú aquí, quien sabe.

Así que, básicamente, lo que voy a hacer el poner por escrito los sitios que he visitado, como lo he gestionado, para que todos aquellos que queráis seguir mis pasos, podáis hacerlo. Voy a escribir en este blog lo más sencillo posible con toda una serie de trucos, páginas que visito, los lugares a los que he ido (iré incluyendo sitios en lo que haya estado con los nuevos que vaya visitando), por si alguien está interesado en alguno de los destinos, pueda echar mano de este blog y seguir alguno de mis consejos si se apetece. ¿Empezamos?

El primer paso y el que mucha gente encuentra más difícil, es buscar vuelos. No es tarea sencilla, ya lo digo ahora. Me suelo tirar varias horas consultando. No es por desanimaros, pero es que es así. De todo el viaje, es lo que más pereza me da y lo que más pesado encuentro, pero es por una buena causa.

Lo primero que hago es ir a webs como atrapalo.com o edreams para ver qué vuelos van mejor con mis horarios y ver si me pone que son de compañía "low cost" o bien se distingue el logotipo o nombre de la compañía que vuela al destino. Eso ya me da una idea de por dónde empezar a buscar. Una vez hecho esto, si es compañía de bandera (así es como se llaman, en argot de agencias de viajes, el conjunto de compañías que no son low cost), voy directamente a la página web de la compañía. Si es low cost, eso ya es más complicado, pero normalmente o es Ryanair o easyjet o bien si el país al que vas tiene una compañía low cost propia como puede ser Air Lingus en el caso de Irlanda, germanwings en Alemania o bien Transavia en los Países Bajos. Es más complicado pero no imposible, y que yo haya sido agente de viajes tampoco lo hace más fácil. El hecho de que haya viajado más, un poco, porque ya tengo mano con ello, pero no quiere decir que sea más sencillo, solo un poco más rápido. Hay que pillarle un poco el tranquillo y la primera vez es la más complicada, sobretodo porque hay algunas compañías, como KLM, que ofrecen descuentos a la vuelta cuando haces todo el trayecto con ellos, y si compras el vuelo suelto, es mucho más caro (esto lo descubrí hace relativamente poco, hace unos años era lo habitual pero con el auge de internet desapareció. Esta compañía en este sentido es un poco "old school", pero también es una de las mejores en las que he volado nunca).

Una vez conseguido el vuelo, ya tienes más de la mitad del trabajo hecho.
En un segundo post, os daré directrices para el alojamiento, con enlaces para búsquedas de estancias según vuestro presupuesto o tipo de alojamiento que os guste más, porque cada viajero es un mundo.

Muchas gracias por empezar esta aventura conmigo.