domingo, 30 de octubre de 2016

Pongamos que hablo de Madrid

Mi primera entrada sobre un destino fue de una ciudad que apenas conozco ya que solo estuve allí algo más de 24 horas, pero Madrid... es otra historia. Es como mi segunda casa, la he visitado innumerables veces y algunos de mis mejores amigos viven allí, así que le tengo un cariño especial. He vivido algunos de los mejores momentos de mi vida en esta maravillosa ciudad y tengo intención de seguir haciéndolo durante mucho, mucho tiempo. Por ello, he decidido picaros con el gusanillo para que la visitéis si aún no lo habéis hecho, porque vale la pena.

Plaza Dos de Mayo
Desde Barcelona, donde yo vivo, es relativamente fácil desplazarse hasta esta ciudad, situada a unos 600 kms. de distancia. Suelo usar blablacar para los desplazamientos, aunque a veces me dejo seducir por las tarifas de Vueling (compañía que antes adoraba y que ahora empiezo a odiar por sus incontables retrasos). La verdad es que prefiero usar el Ave, pero sus tarifas son demasiado altas para mi gusto. Sale a cuenta si viajan 4 personas porque podéis comprar una de las mesas que hay en el vagón y sale tirado de precio. Desde Andalucía hay una línea de Ave estupenda y mucho más económica que el trayecto desde Barcelona.

Otra de las maneras de desplazarse allí es en bus con Alsa, buenos precios, buenos buses y 8 horas de trayecto, paran una sola vez en Zaragoza (que también si vivís allí, podéis usar el Ave también desde Delicias) o 3 veces durante el trayecto. Los precios varían según el número de paradas.

Puerta del Sol
En cuanto a alojamiento, me he quedado en casa de amigos en ocasiones, pero prefiero mi pensión de toda la vida a la que hace quizás unos 12-14 años que voy: pensión Antonio. La mujer que lo lleva, Sagrario, es un amor de persona, y actualmente están instalando ascensor en la finca, así que en breve no hará falta subir los 3 pisos de escaleras que te llevan a su puerta. Es un piso que tiene licencia de Casa de Huéspedes, sencillo, en pleno corazón de Malasaña, y tan limpio que puedes comer en el suelo. Me siento como en casa. Lo he recomendado a bastante gente, y todo el mundo ha quedado encantado. Para reservar, simplemente hay que llamar o enviar un correo electrónico para solicitar disponibilidad. 

Si no os convence la Pensión que os recomiendo, siempre podéis mirar los portales de reservas que os recomendé en Primeros pasos, o simplemente, echar un vistazo por Google.

CosmoCaixa desde dentro
¿Y que se puede hacer en Madrid? Pues millones de cosas, como en cualquier ciudad con algo de vida (y esta tiene mucha, sobretodo en los bares). Desde visitar museos como El Prado o el Thyssen-Bornemizsa, ir al Templo de Debod, uno de mis lugares favoritos de la ciudad, asistir a conciertos, salir de marcha, comerse un bocata de calamares en los bares de al lado de la Plaza Mayor (o un café con leche...), ir de compras por las tiendas de la ciudad... hay infinidad de opciones para todo tipo de públicos. Si queréis pillar algunas ideas, tenéis la web de turismo de Madrid, y si queréis en soporte de papel, un par de recomendaciones: tanto Lonely Planet como La Guía del Trotamundos tienen guías específicas de la ciudad que os pueden ayudar mucho a planificar el viaje. Lonely Planet edita la colección De Cerca, pequeña, práctica y con un plano detallado de la ciudad, es la que más me gusta.

En breve visitaré la ciudad de nuevo y la idea es hacer un post de una ruta de bares, así que estad atentos a próximas publicaciones.

sábado, 29 de octubre de 2016

Primeros pasos: transportes alternativos

A parte del avión y depende de donde vayáis, hay otras maneras de viajar. 

Mi favorita, es blablacar. Es una plataforma en la que personas que van a hacer un trayecto en coche de un punto A a un punto B, lo cuelgan y tu puedes reservar plaza. Acostumbraba a ser bastante barato pero con el pelotazo que ha pegado últimamente, se están empezando a venir arriba con los precios y te cobran unos gastos de gestión que no entiendo, supongo que es por mantenimiento de la página, pero son bastante abusivos. Aún así, es más rápido y más cómodo que el autobús, puedes acordar punto de destino con el conductor (en una ocasión me dejaron en la puerta de casa) y de momento, el viaje más divertido fue con un hombre andaluz, en su furgoneta, de Barcelona a Madrid en el que estuve todo el viaje llorando de risa. Es una buena experiencia y, salvo excepciones, la gente es bastante maja en general. Saben a lo que van, eres un compi de viaje, te cuentan lo justo y necesario para hacer la experiencia lo más agradable posible. La web es válida prácticamente para toda Europa.

En la misma línea, existe Uber, no he hecho uso de sus servicios pero la conozco por menciones en varias series estadounidenses con lo cual entiendo que en ese país se usa de manera habitual. 

Hay otras plataformas del mismo estilo, pero las más conocidas son estas.

Después, están las compañías de autobuses. En España, Alsa es la más conocida y la que he usado más. Hacen trayectos de todo tipo y de un tiempo a

esta parte, los autobuses son amplios y bastante cómodos, y los precios bastante razonables. Si viajas mucho, te puedes hacer una tarjeta de socio en la que vas acumulando puntos y puedes tener hasta viajes gratis. Lo malo del autobús es que tarda media vida, pero si no tienes prisa, es una buena manera de viajar y más barata que otros medios, por si tu presupuesto es limitado.

Como también he viajado por otros países, os puedo recomendar Flixbus. Esta compañía opera mucho en Alemania, país que frecuento bastante, bajo el nombre de MeinFernBus. Esta última la he usado en diversas ocasiones para ir de Berlín a Leipzig y la verdad es que los autobuses son cómodos, puntuales y extremadamente baratos: por un trayecto como el que hago yo, te cobran entre 8 y 11 euros, ¡y son unas 3 horas! Parece que ahora también operan en diversos de Europa como FlixBus con precios muy muy económicos, aunque no he tenido el placer de viajar con ellos.

En cuanto a los trenes, mi medio de transporte favorito que uso menos de lo que me gustaría, en España, lógicamente, está Renfe. Para larga distancia, los trenes Ave están genial, igual que Euromed para medias distancias, por ejemplo. Los trenes nocturnos son otra historia: están viejos, y a las 10 de la noche te despliegan las camas y te toca irte a dormir o al bar, no hay más tu tía. En invierno hace un calor de morirse y en verano un frío polar. Me gusta, me encanta viajar en tren, pero no en condiciones infrahumanas.

En Francia, está la SNCF (algo así como la red nacional de trenes franceses). Si hay que viajar a Francia desde España, hay que usar esta web ya que desde la web de Renfe es misión imposible encontrar los trayectos internacionales, e igualmente váis a viajar con un tren francés, así que... mejor reservar directamente con ellos. No están mal. Un poco anticuados, pero están bien. 

En cuanto a Alemania, está la Deutsche Bahn, la red de ferrocarriles alemanes. Es una de las pocas cosas que odio de Alemania. Hice un trayecto de Utrecht (Holanda) a Düsseldorf en febrero hace unos años, y casi muero congelada. Vayas cuando vayas, tienen el aire acondicionado a tope porque, según me contaron, hubo un problema con la calefacción que se estropeó, varias personas tuvieron lipotimias y decidieron no ponerla nunca más. Así que solo usad los trayectos en verano. En cuanto a instalaciones, depende del tren. Los he cogido muy modernos y muy hechos trizas. De todo hay.

La red de trenes en Suiza, la Schweizerische Bundesbahnen (o SBB, más fácil) es muy muy aceptable, solo conozco los cercanías, y son un poco viejos pero son puntuales y cómodos. Como el precio del billete te entra (dependiendo de la zona a la que vayas) en la tarjeta de transportes mientras visitas el país, no es necesario abonar ningún importe y puedes usarlos las veces que quieras. 

Espero que esta lista de transportes os sea útil si pensáis viajar a otros países, los que vaya usando los iré añadiendo, o si me queréis recomendar alguno, lo dejáis en los comentarios.